¿Su gimnasio está sobrevendido? ¿Hay demasiados clientes? ¿La sala está siempre repleta? ¿Hay lista de espera para inscribirse? Si la respuesta a estos interrogantes es “NO”, entonces pregúntese “¿Por qué no?”.
En términos del gran filósofo Yogi Berra: “Ya nadie quiere ir ahí, porque hay demasiada gente”. ¿A usted no le gustaría que su gimnasio fuera uno de esos lugares a los que “nadie quiere ir”?